EL BOTIQUÍN EN CASA

anthony67 Mar 10 Mar 2009 - 18:43

El botiquín en casa

En casa, el botiquín debe estar instalado en un lugar accesible (aunque fuera del alcance de los niños) que no esté ni demasiado húmedo ni demasiado seco y lejos de una fuente directa de calor. La cocina y el baño no son los lugares más adecuados para situarlo.

Es imprescindible que los habitantes de la casa sepan dónde se guarda el botiquín con el fin de evitar perder el tiempo en buscarlo ante una situación de emergencia.

Las quemaduras, cortes con cuchillos de la cocina, caídas, dolores de cabeza y fiebre son los trastornos que con más frecuencia sufrimos en casa. El botiquín tiene que estar pensado teniendo en cuenta el servicio que va a prestar.

Para lavar las heridas lo mejor es el agua y el jabón que hay en todos los hogares. En todo caso, se puede incluir en el botiquín suero fisiológico y un jabón neutro para limpiar las heridas. También es útil un desinfectante yodado, aunque los médicos insisten en que un buen lavado con agua y jabón es la forma más eficaz de hacer una buena limpieza.

Son imprescindibles las gasas esterilizadas para tapar las heridas una vez limpias, así como vendas de varios tamaños. Igualmente importante es tener a mano esparadrapo y tiritas, que son de gran ayuda para proteger pequeñas heridas.

También son útiles unas tijeras de acero inoxidable.

Para las quemaduras, lo mejor es el agua fría aunque siempre se pueden aplicar gasas vaselinizadas.

Para los dolores de cabeza, fiebre y demás, siempre conviene tener en el botiquín los analgésicos y antitérmicos. Estos medicamentos tienen que haber sido prescritos por el médico o farmacéutico, por si hubiera algún tipo de contraindicación en la situación concreta de cada persona. No obstante, suele dar buen resultado que los niños tomen el analgésico en forma de jarabe, mientras que los adultos lo pueden tomar en comprimidos. Una buena solución, que ahorra espacio y facilita las cosas es tener medicamentos que sean al mismo tiempo analgésicos y antitérmicos, como el paracetamol o el ácido acetilsalicílico.

Para las picaduras de insectos, un buen remedio es aplicar vinagre para calmar el picor y el dolor.

También es aconsejable disponer de guantes desechables para realizar las curas, así como una bolsa de goma para llenarla de agua caliente o de hielo, según convenga.

Y desde luego, siempre es bueno tener en el botiquín una guía de primeros auxilios, que sea práctica y sencilla, con dibujos o fotografías que hagan más fácil su consulta. Tampoco está de más tener en el botiquín, además de en la agenda, el número de teléfono de su centro de salud o el de los servicios de urgencias de su ciudad.