TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
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elcastro
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MAMERILÓN :: GENERAL :: DE TODO UN POCO
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TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
Esta es la opinión de una usuaria de internet, sobre la tradicción taurina:
La tortura y matar animales, (sean de la especie que sean)no es arte, cultura ni tradición. Simplemente es INHUMANO. La "maravillosa fiesta nacional" debería estar penada con cárcel igual que muchos otros delitos. Me encantaría saber que siente alguien cuando le atraviesan con una "pica" o unas "banderillas"... LOS ANIMALES TAMBIEN SUFREN, y nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE tiene derecho alguno sobre la vida de un ser vivo. El único animal capaz de extinguir la tierra somos nosotros mismos... Una auténtica lástima.
Últimamente este debate sale de nuevo a las calles. ¿Cuál es tú opinión? ¿Estas a favor o en contra?
La tortura y matar animales, (sean de la especie que sean)no es arte, cultura ni tradición. Simplemente es INHUMANO. La "maravillosa fiesta nacional" debería estar penada con cárcel igual que muchos otros delitos. Me encantaría saber que siente alguien cuando le atraviesan con una "pica" o unas "banderillas"... LOS ANIMALES TAMBIEN SUFREN, y nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE tiene derecho alguno sobre la vida de un ser vivo. El único animal capaz de extinguir la tierra somos nosotros mismos... Una auténtica lástima.
Últimamente este debate sale de nuevo a las calles. ¿Cuál es tú opinión? ¿Estas a favor o en contra?
Última edición por Mielireth el Jue 30 Jul 2009 - 23:25, editado 2 veces
Re: TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
Creo que con este vídeo queda clara cual es mi opinión sobre este tema
Nenuca- Forero Novato
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Incrit@ el : 07/11/2008
Re: TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
España es mundialmente conocida por sus corridas de toros, ya saben ustedes, unos espectáculos sangrientos y crueles -otrosí de aburridísimos- que tenemos a bien organizar en España, espectáculo en el que el toro y el torero luchan en supuesta buena lid -mentira: mueren muchísimos más toros que toreros- y en el que el público acude con el convencimiento de que va a asistir a seis dolorosas muertes ovinas cada tarde, y con suerte a una humana. A los españoles de pro, a los patriotas verdaderos, nos avergüenza que se nos conozca fuera por este tipo de espectáculos, mientras que a los casposos les gustan mucho las corridas y alegan en defensa de su mantenimiento que el toro es un animal noble que nace para morir, que disfruta en la lidia, que si no fuese por la fiesta la especie no existiría, y soplapolleces similares o por el estilo que de ambas formas se puede decir.
Yo no sé cuantos toros mueren en nuestros cosos cada año. Vamos a hacer un cálculo generoso e ignorante. Vamos a poner que cada año se celebren en cada una de las provincias de nuestra amada nación 20 corridas 20 de toros y que en cada festejo mueran seis toros seis, pues en un año, son salvajemente pasados por la espada del maestro matador unos 6.240 animales 6.240, que se dice pronto, aunque si se dice dos veces, como voy haciendo últimamente, se tarda un poco más. Si muere un torero cada diez años -y también creo que soy generosa en este cálculo,- sale una media de 0,1 toreros muertos anualmente. Son sin duda cifras intolerables para un país civilizado, y los países civilizados hacen bien en mirarnos con cierta repulsión y desconfianza y exigirnos que acabemos con tan salvaje tradición.
Yo no sé cuantos toros mueren en nuestros cosos cada año. Vamos a hacer un cálculo generoso e ignorante. Vamos a poner que cada año se celebren en cada una de las provincias de nuestra amada nación 20 corridas 20 de toros y que en cada festejo mueran seis toros seis, pues en un año, son salvajemente pasados por la espada del maestro matador unos 6.240 animales 6.240, que se dice pronto, aunque si se dice dos veces, como voy haciendo últimamente, se tarda un poco más. Si muere un torero cada diez años -y también creo que soy generosa en este cálculo,- sale una media de 0,1 toreros muertos anualmente. Son sin duda cifras intolerables para un país civilizado, y los países civilizados hacen bien en mirarnos con cierta repulsión y desconfianza y exigirnos que acabemos con tan salvaje tradición.
Re: TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
Yo vivo en un concejo donde se aprobó la ley antitaurina y me siento orgulloso de mi alcaldesa.
De todas formas en el sitio donde me tocó nacer no hay tradición taurina aunque respeto totalmente el seguidor de tan nefasta fiesta.
De todas formas en el sitio donde me tocó nacer no hay tradición taurina aunque respeto totalmente el seguidor de tan nefasta fiesta.
elcastro- Forero
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Incrit@ el : 20/03/2009
Re: TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
hola muy buenas noches yo comparto la opinion de mi amigo, elcastro no estoy de acuerdo con el maltrato que le dan a los toros de por si nunca voy a corridas de toros, me parece una infamia de la gente gosar con el dolor de estos pobres animales .......................leydy............
leydygata- Forero Habitual
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Incrit@ el : 22/02/2009
Re: TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
“Debemos luchar contra el espíritu de inconsciencia cruel con que tratamos a los animales. Los animales sufren tanto como nosotros. La verdadera humanidad no nos permite imponerles tales sufrimientos. Es nuestro deber hacer que todo el mundo lo reconozca. Hasta que no extendamos nuestro círculo de compasión a todos los seres vivientes, la humanidad no encontrará la paz”.
Albert Schweitzer, Premio Nobel de la Paz en 1952 .
"Mientras el hombre continúe siendo el destructor despiadado de seres inferiores no conocerá la salud ni la paz. Mientras el hombre masacre animales, se matarán unos a otros. Ciertamente aquél que siembra la semilla del asesinato y dolor no puede cosechar gozo y amor”.
Pitágoras ( 585-500 A. C. ).
Es aberrante que en siglo en el que vivimos todavia el ser humano no haya aprendido a convivir con sus semejantes, ya sean personas o animales, a respetar la vida, y a tratarlos en forma digna, como cohabitantes del mismo planeta, es indignante, repugnante, es injusto, inhumano, vil, salvaje... me indigna que haya "seres" de semejante calaña...
Basta ya de matar tan cruelmente a esos inocentes toros... es una barbaridad, una salvajada, un acto vil, innoble, injusto, un asesinato con total alevosía, ventaja y premeditacion... todas las agravantes de la ley... incluyendo que el toro no tiene ninguna manera de defenderse... ni de luchar por su vida... lo unico que quiere es salir de ese sitio de tortura, sufrimiento y dolor... al cual sólo el asesino matador de toros sabe a lo qué lo llevan... el animal nervioso, aterrado, sufriendo... se encuentra en un sitio extraño, desubicado, alterado, presintiendo el odio que se le tiene... no sabe que va a una muerte segura, una muerte humillante, angustiosa, dolorosa, terriblemente cruel, injusta e inhumana... y que la "gente civilizada" a su alrededor, que grita, que lo asusta, que lo pone nervioso... aplaudirá y gritará ¡¡¡olés!!! cuando el toro finalmente caiga, asesinado a traición...
¿Cómo un ser humano racional puede disfrutar esta "fiesta" del horror, el dolor, la sangre y la muerte, el sufrimiento, y la lenta y dolorosa, aterradora agonia de un ser vivo???... que tiene el mismo derecho que nosotros a vivir en este planeta... y aún sentirse orgulloso de semejante bajeza?
"LA CULTURA DE UN PUEBLO SE DEMUESTRA EN EL TRATO QUE DA HACIA SUS ANIMALES."
¡NO AL MALTRATO A LOS ANIMALES!
¡NO AL MALTRATO A LOS SERES HUMANOS!
¡BASTA YA DE TANTA CRUELDAD Y SUFRIMIENTO!
¡EN DEFENSA DE LA VIDA EN TODAS SUS FORMAS!
Albert Schweitzer, Premio Nobel de la Paz en 1952 .
"Mientras el hombre continúe siendo el destructor despiadado de seres inferiores no conocerá la salud ni la paz. Mientras el hombre masacre animales, se matarán unos a otros. Ciertamente aquél que siembra la semilla del asesinato y dolor no puede cosechar gozo y amor”.
Pitágoras ( 585-500 A. C. ).
Es aberrante que en siglo en el que vivimos todavia el ser humano no haya aprendido a convivir con sus semejantes, ya sean personas o animales, a respetar la vida, y a tratarlos en forma digna, como cohabitantes del mismo planeta, es indignante, repugnante, es injusto, inhumano, vil, salvaje... me indigna que haya "seres" de semejante calaña...
Basta ya de matar tan cruelmente a esos inocentes toros... es una barbaridad, una salvajada, un acto vil, innoble, injusto, un asesinato con total alevosía, ventaja y premeditacion... todas las agravantes de la ley... incluyendo que el toro no tiene ninguna manera de defenderse... ni de luchar por su vida... lo unico que quiere es salir de ese sitio de tortura, sufrimiento y dolor... al cual sólo el asesino matador de toros sabe a lo qué lo llevan... el animal nervioso, aterrado, sufriendo... se encuentra en un sitio extraño, desubicado, alterado, presintiendo el odio que se le tiene... no sabe que va a una muerte segura, una muerte humillante, angustiosa, dolorosa, terriblemente cruel, injusta e inhumana... y que la "gente civilizada" a su alrededor, que grita, que lo asusta, que lo pone nervioso... aplaudirá y gritará ¡¡¡olés!!! cuando el toro finalmente caiga, asesinado a traición...
¿Cómo un ser humano racional puede disfrutar esta "fiesta" del horror, el dolor, la sangre y la muerte, el sufrimiento, y la lenta y dolorosa, aterradora agonia de un ser vivo???... que tiene el mismo derecho que nosotros a vivir en este planeta... y aún sentirse orgulloso de semejante bajeza?
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Eros- Forero Novato
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Incrit@ el : 27/03/2009
Re: TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
Alegato a favor de las corridas de toros
Acaba de hacerse público un interesante artículo de Fernando Álvarez, etólogo y profesor en el Departamento de Biología Evolutiva de la Estación Biológica de Doñana, en el cual se exponen las que a su criterio son nueve importantes razones para abolir las corridas de toros.
Yo, advierto de antemano, siento todo el respeto del mundo por Fernando Álvarez, por su criterio y por todas las personas que argumentan como él. Diría más aún: no les quito un ápice de razón. Las corridas de toros son un acto bárbaro en las que se tortura impunemente hasta la muerte a un animal bello e indefenso. Se trata, se mire como se mire, de un acto cruel y despiadado.
Vamos, que no seré yo quien niegue la mayor. Las cosas son como son y así hay que reconocerlo. Dicho lo cual, yo digo que a mí me gustan las corridas de toros y que soy partidario de que se mantengan. Si se prohíben porque la mayoría de las personas que me rodean así lo deciden, diré amén Jesús. Es una barbaridad y no está mal que algo así esté prohibido. Pero es que también es un acto hermoso y, por eso, creo que es una buena idea que sea legal.
No me andaré por las ramas: considero que la tortura hasta la muerte de un toro bravo es un trance bello y que la belleza de la lidia es difícil de alcanzar de otra forma. ¿Soy un sádico? Bien, no voy a decir que no.
Pero sí voy a afirmar que no soy partidario de la tortura a animales y, menos aún, a personas. No soy una persona violenta y no creo haberme pegado con nadie ni siquiera cuando era niño. Creo que soy más sensible al sufrimiento humano que la media de las gentes que forman la sociedad en la que vivo (creo: tampoco pondría la mano en el fuego por ello) y me repugna, como a todo el mundo, la violencia ejercida sobre aquellas personas que son especialmente débiles.
Sin embargo, me gustan las corridas de toros porque las considero, como digo, una forma de arte y el arte a mí me interesa cualquiera que sea su expresión. Supongo que si yo hubiera nacido noruego o canadiense, mi propia actitud me parecería repugnante e incomprensible, pero he nacido en el lugar en el que he nacido y mis imbricaciones culturales son las que son. Por eso, como cualquiera en España, comprendo qué son las corridas de toros y qué sentido tienen. Por supuesto, acepto (y no suelo replicar ni pío) cuando muchos de estos que las comprenden, se manifiestan rotundamente en contra. Es que tienen toda la razón del mundo: es un acto bárbaro en el que, aunque no me he tomado la molestia de comprobarlo personalmente, seguramente sucede todo eso que Fernando Álvarez comenta con tino en su artículo.
Es verdad que discrepo en algunas cosas menores de las que dice Álvarez. Pero no voy a señalarlas, porque no quiero rebatir sus argumentos. No quiero entrar ahí, porque sé de sobra que en un debate de esos yo no tengo ni media torta. Al final, él va a tener la razón y yo no. Lo digo con toda la humildad del mundo: es que ni con la mejor de mis retóricas sería capaz de rebatir hechos como ese que a muchos partidarios de la lidia lleva a afirmar que “el toro tiene una muerte digna”.
Pues no, el toro no tiene una muerte digna en la plaza. Es indigna, violenta y humillante para el animal. Como un hombre que van a ejecutar frente a un pelotón de fusilamiento: el que está de espaldas al paredón no tiene ninguna posibilidad de salir vivo. Ninguna. Va a morir y punto. De alguna forma, incluso, el fusilamiento es mucho más razonable en términos de sufrimiento que la lidia de toros. Hay cierta piedad en el hecho de vendar los ojos a un reo. De permitirle, incluso, un último pitillo, unas últimas palabras… Pero al toro no: al toro se lo mata brutalmente sin que ni siquiera él tenga conciencia de lo que le sucede.
Pero un toro es un animal y un fusilado, un ser humano. Y lo siento, pero para mí esto establece una diferencia abismal. El toro es un bicho y sufre. Muy bien: yo me quedo tan ancho ante su sufrimiento. Lo digo sinceramente: yo, como cualquier aficionado a la lidia, antepongo mi deseo de obtener placer estético al derecho del toro a morir dignamente. Es más: me importan un carajo los derechos del toro. Ahora es cuando quien quiera, puede empezar a llamarme de todo, pero esto es lo que siento, y como lo siento, lo escribo aquí.
La pregunta más interesante sería, para mí, la siguiente: ¿por qué yo, que no soy violento por naturaleza, que he recibido una educación culta y que no sufro (que yo sepa) de ningún tipo de desequilibrio psíquico, soy partidario de que se torture hasta la muerte a un animal, por lo demás, espléndido? Pues no lo sé, la verdad, pero no digo que no le haya dedicado algo de tiempo a reflexionar sobre ello. Y tampoco es que haya logrado formular una teoría demasiado sólida al respecto, pero sí opino lo siguiente:
El barniz de civilización que nos recubre es extremadamente frágil y quebradizo. Somos tipos civilizados, pero desde anteayer. Y tampoco tanto. A las pruebas me remito. Cada vez que en un lugar del planeta el orden establecido desaparece por, digamos, una guerra, surge la bestia que llevamos dentro y, además de lo propio de esa guerra (que es básicamente matar al enemigo) aflora el lado oscuro del ser humano: sin nadie que lo impida ni fuerza coactiva que lo evite, se violan mujeres, se roba impunemente, se arrasa por el puro placer de destruir y se da, en suma, rienda suelta a eso que, de alguna forma, en realidad somos.
William Golding lo explicó estupendamente en su novela El señor de las moscas: somos civilizados, pero una bestia late a poca profundidad dentro de nosotros. Está ahí, agazapada, y surge en cuanto se deja de ejercer presión sobre ella.
El interés que algunos sentimos por la lidia de toros debe de tener algo que ver con esto. Los pobres animales sufren, sí, pero, bueno… son animales y el hecho de que simplemente sean animales, convierte su sufrimiento en tolerable para nosotros. Es suficiente para conectar con nuestra naturaleza violenta esencial sin que, por otro lado, nos chirríen demasiadas neuronas.
De acuerdo, es una mierda de teoría. De acuerdo, es una brutalidad lidiar toros. Pero a mí me gustan las corridas.
Alber Vázquez
No podría haber expuesto mejor que Alber Vázquez mi opinión sobre este tema, por lo que escribo aquí palabra por palabra como si salieran de mi propia boca.
Acaba de hacerse público un interesante artículo de Fernando Álvarez, etólogo y profesor en el Departamento de Biología Evolutiva de la Estación Biológica de Doñana, en el cual se exponen las que a su criterio son nueve importantes razones para abolir las corridas de toros.
Yo, advierto de antemano, siento todo el respeto del mundo por Fernando Álvarez, por su criterio y por todas las personas que argumentan como él. Diría más aún: no les quito un ápice de razón. Las corridas de toros son un acto bárbaro en las que se tortura impunemente hasta la muerte a un animal bello e indefenso. Se trata, se mire como se mire, de un acto cruel y despiadado.
Vamos, que no seré yo quien niegue la mayor. Las cosas son como son y así hay que reconocerlo. Dicho lo cual, yo digo que a mí me gustan las corridas de toros y que soy partidario de que se mantengan. Si se prohíben porque la mayoría de las personas que me rodean así lo deciden, diré amén Jesús. Es una barbaridad y no está mal que algo así esté prohibido. Pero es que también es un acto hermoso y, por eso, creo que es una buena idea que sea legal.
No me andaré por las ramas: considero que la tortura hasta la muerte de un toro bravo es un trance bello y que la belleza de la lidia es difícil de alcanzar de otra forma. ¿Soy un sádico? Bien, no voy a decir que no.
Pero sí voy a afirmar que no soy partidario de la tortura a animales y, menos aún, a personas. No soy una persona violenta y no creo haberme pegado con nadie ni siquiera cuando era niño. Creo que soy más sensible al sufrimiento humano que la media de las gentes que forman la sociedad en la que vivo (creo: tampoco pondría la mano en el fuego por ello) y me repugna, como a todo el mundo, la violencia ejercida sobre aquellas personas que son especialmente débiles.
Sin embargo, me gustan las corridas de toros porque las considero, como digo, una forma de arte y el arte a mí me interesa cualquiera que sea su expresión. Supongo que si yo hubiera nacido noruego o canadiense, mi propia actitud me parecería repugnante e incomprensible, pero he nacido en el lugar en el que he nacido y mis imbricaciones culturales son las que son. Por eso, como cualquiera en España, comprendo qué son las corridas de toros y qué sentido tienen. Por supuesto, acepto (y no suelo replicar ni pío) cuando muchos de estos que las comprenden, se manifiestan rotundamente en contra. Es que tienen toda la razón del mundo: es un acto bárbaro en el que, aunque no me he tomado la molestia de comprobarlo personalmente, seguramente sucede todo eso que Fernando Álvarez comenta con tino en su artículo.
Es verdad que discrepo en algunas cosas menores de las que dice Álvarez. Pero no voy a señalarlas, porque no quiero rebatir sus argumentos. No quiero entrar ahí, porque sé de sobra que en un debate de esos yo no tengo ni media torta. Al final, él va a tener la razón y yo no. Lo digo con toda la humildad del mundo: es que ni con la mejor de mis retóricas sería capaz de rebatir hechos como ese que a muchos partidarios de la lidia lleva a afirmar que “el toro tiene una muerte digna”.
Pues no, el toro no tiene una muerte digna en la plaza. Es indigna, violenta y humillante para el animal. Como un hombre que van a ejecutar frente a un pelotón de fusilamiento: el que está de espaldas al paredón no tiene ninguna posibilidad de salir vivo. Ninguna. Va a morir y punto. De alguna forma, incluso, el fusilamiento es mucho más razonable en términos de sufrimiento que la lidia de toros. Hay cierta piedad en el hecho de vendar los ojos a un reo. De permitirle, incluso, un último pitillo, unas últimas palabras… Pero al toro no: al toro se lo mata brutalmente sin que ni siquiera él tenga conciencia de lo que le sucede.
Pero un toro es un animal y un fusilado, un ser humano. Y lo siento, pero para mí esto establece una diferencia abismal. El toro es un bicho y sufre. Muy bien: yo me quedo tan ancho ante su sufrimiento. Lo digo sinceramente: yo, como cualquier aficionado a la lidia, antepongo mi deseo de obtener placer estético al derecho del toro a morir dignamente. Es más: me importan un carajo los derechos del toro. Ahora es cuando quien quiera, puede empezar a llamarme de todo, pero esto es lo que siento, y como lo siento, lo escribo aquí.
La pregunta más interesante sería, para mí, la siguiente: ¿por qué yo, que no soy violento por naturaleza, que he recibido una educación culta y que no sufro (que yo sepa) de ningún tipo de desequilibrio psíquico, soy partidario de que se torture hasta la muerte a un animal, por lo demás, espléndido? Pues no lo sé, la verdad, pero no digo que no le haya dedicado algo de tiempo a reflexionar sobre ello. Y tampoco es que haya logrado formular una teoría demasiado sólida al respecto, pero sí opino lo siguiente:
El barniz de civilización que nos recubre es extremadamente frágil y quebradizo. Somos tipos civilizados, pero desde anteayer. Y tampoco tanto. A las pruebas me remito. Cada vez que en un lugar del planeta el orden establecido desaparece por, digamos, una guerra, surge la bestia que llevamos dentro y, además de lo propio de esa guerra (que es básicamente matar al enemigo) aflora el lado oscuro del ser humano: sin nadie que lo impida ni fuerza coactiva que lo evite, se violan mujeres, se roba impunemente, se arrasa por el puro placer de destruir y se da, en suma, rienda suelta a eso que, de alguna forma, en realidad somos.
William Golding lo explicó estupendamente en su novela El señor de las moscas: somos civilizados, pero una bestia late a poca profundidad dentro de nosotros. Está ahí, agazapada, y surge en cuanto se deja de ejercer presión sobre ella.
El interés que algunos sentimos por la lidia de toros debe de tener algo que ver con esto. Los pobres animales sufren, sí, pero, bueno… son animales y el hecho de que simplemente sean animales, convierte su sufrimiento en tolerable para nosotros. Es suficiente para conectar con nuestra naturaleza violenta esencial sin que, por otro lado, nos chirríen demasiadas neuronas.
De acuerdo, es una mierda de teoría. De acuerdo, es una brutalidad lidiar toros. Pero a mí me gustan las corridas.
Alber Vázquez
No podría haber expuesto mejor que Alber Vázquez mi opinión sobre este tema, por lo que escribo aquí palabra por palabra como si salieran de mi propia boca.
Micael- Nuevo Forero
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Incrit@ el : 31/03/2009
Re: TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
La pregunta más interesante sería, para mí, la siguiente: ¿por qué yo, que no soy violento por naturaleza, que he recibido una educación culta y que no sufro (que yo sepa) de ningún tipo de desequilibrio psíquico, soy partidario de que se torture hasta la muerte a un animal, por lo demás, espléndido? Pues no lo sé, la verdad, pero no digo que no le haya dedicado algo de tiempo a reflexionar sobre ello. Y tampoco es que haya logrado formular una teoría demasiado sólida al respecto, pero sí opino lo siguiente:
El barniz de civilización que nos recubre es extremadamente frágil y quebradizo. Somos tipos civilizados, pero desde anteayer. Y tampoco tanto. A las pruebas me remito. Cada vez que en un lugar del planeta el orden establecido desaparece por, digamos, una guerra, surge la bestia que llevamos dentro y, además de lo propio de esa guerra (que es básicamente matar al enemigo) aflora el lado oscuro del ser humano: sin nadie que lo impida ni fuerza coactiva que lo evite, se violan mujeres, se roba impunemente, se arrasa por el puro placer de destruir y se da, en suma, rienda suelta a eso que, de alguna forma, en realidad somos.
William Golding lo explicó estupendamente en su novela El señor de las moscas: somos civilizados, pero una bestia late a poca profundidad dentro de nosotros. Está ahí, agazapada, y surge en cuanto se deja de ejercer presión sobre ella.
Lejos de querer ofender anadie con mis palabras y partiendo de la idea de que cada cual es muy libre de opinar lo que quiera, creo que esto que se ha expuesto no sino una excusa para hacer algo que no tiene ninguna razón de ser.
Por esa regla de tres, como dentro de nosotros hay un ser perverso, todos nos podríamos escudar y robar, matar, violar, etc..
No creo que esa justificación sea valida, ¿lo sería si en vez de matar a un toro, fuera una persona?
Eros- Forero Novato
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Si yo fuese un toro
Con el mayor respeto a todo el mundo, voy a exponer una reflexión que me hice ya hace algún tiempo y que nada me ha hecho rectificar.
Si yo fuese un toro, preferiría mil veces morir en un lugar a la luz del sol con la posibilidad de "llevarme por delante" a quien quisiera matarme a mí, que morir en un lugar oscuro de un mazazo en la cabeza, que es el procedimiento que se sigue en los "mataderos". Y que sería el camino a seguir por los toros llamados "de lidia" si se aboliesen definitivamente las corridas de toros.
Pues eso.
Lukkas.
Si yo fuese un toro, preferiría mil veces morir en un lugar a la luz del sol con la posibilidad de "llevarme por delante" a quien quisiera matarme a mí, que morir en un lugar oscuro de un mazazo en la cabeza, que es el procedimiento que se sigue en los "mataderos". Y que sería el camino a seguir por los toros llamados "de lidia" si se aboliesen definitivamente las corridas de toros.
Pues eso.
Lukkas.
Lukkas- Invitado
Si yo fuera otro toro
Si yo fuera otro toro me gustaría morir de muerte natural, de puro viejo, cansado y feliz de haber vivido libre. Si yo fuera un cordero me gustaria tener la misma muerte que ese toro. Si yo fuera una gallina quisiera vivir libre de jaulas y morir bien viejita y cansada. Si yo fuera una sardina me gustaria que una vez muerta mi cuerpo reposara en el fondo del mar junto a una caracola, jejeje. Todo pura utopía.
Pero a muchas personas si les importa la vida de los animales y decidieron dejar de matarlos y cambiar su alimentacion. Ser vegetariano es una cultura a defender. La vida de los animales es tan sagrada como la de las personas. La de los toros y la de las vacas, la de los corderos y la de los elefantes, la de los ruiseñores y la de los pavos.
Pero a muchas personas si les importa la vida de los animales y decidieron dejar de matarlos y cambiar su alimentacion. Ser vegetariano es una cultura a defender. La vida de los animales es tan sagrada como la de las personas. La de los toros y la de las vacas, la de los corderos y la de los elefantes, la de los ruiseñores y la de los pavos.
cierzo- Nuevo Forero
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Re: TOROS SI... TOROS NO... ¿TU DE QUE PARTE ESTÁS?
Las corridas son un espectáculo al que asiste determinado número de gente. Unos, porque les gusta a rabiar, otros porque entra en el tour turístico que contrataron en Tokio. No sé cuántos van, pero probablemente menos de los que acuden al fútbol y más de los que asisten a la ópera. Lo que de verdad se está convirtiendo en espectáculo de masas es la refriega entre taurinos y antitaurinos. Está dando para más de un sainete que contemplamos cada semana, tanto si te gusta la fiesta como si no. Corren diestros, maestros, picadores, mulillas y sus enemigos dando estocadas por el parlament, el senado y los ministerios como si en ello nos fuera la vida. Y hay que ver las tonterías que se escuchan. Que si los pobres animales torturados, que si el arte y el tronío. El señor García Escudero , arrancándose por toriles, ha dicho lo que haría si fuera toro: Votaría por morir en la arena al ritmo de un olé. Así, pelín chulo, como si fuera torero. No conozco el grado de chulería preciso para ser toro bravo de aguerrido linaje, pero haciendo un alarde imaginativo, voy a ser toro. Porque, si yo fuera toro, me traería al fresco tal cantidad de bobadas y preferiría que me dejaran en paz. Pero, en todo caso, si tengo que embestir, pido embestir en mi terreno. Como soy toro, estaría en mi vacada haciéndome fuerte y embistiendo para entrenar. Entre encinas voy pensando que ojalá viniera esta tarde un novillero precoz y un apoderado hortera a mirar y los empitonara como quien no quiere la cosa, allí mismo, en la hermosura de la dehesa, adelantando el trance de hacerlo en el albero. Al día siguiente un crítico taurino, al otro un político, al de más allá, ¿por qué no?, a un antiaurino de los que aburren con el bienestar animal y el ecologismo. Podrían venir armados de capote y espada, incluso matarme, pero sin olés ni pasodobles, porfa. De otro modo, ya que vais a comerme igual, elijo la asepsia del matadero para la faena. Y dejadme tranquilo, que todos me caéis mal. Pesados
Pluxty- Invitado
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